jueves, 20 de abril de 2017

121 Boston Marathon.


Empecemos por el final: Cayó  la 4ª MAJOR . Feliz, contento pero exhausto en la línea de meta.

Jamás en mis anteriores 9 maratones había tenido que enfrentarme a  un recorrido así, ni en New York se me hizo tan duro a pesar de también tener lo suyo.

Un  autentico rompe piernas desde que arrancas  hasta los últimos 500 metros. En el Hotel al acabar mis amigos  Alma y Lucas  la definieron muy acertadamente como una "Behobia a lo bestia".

Sin duda, es un maratón de desgaste progresivo cual martillo pilón por las constantes irregularidades en su perfil que te va machacando muscular y cardiovascularmente con sus sube y baja constantes especialmente a partir de la segunda media maratón. Además el día salió caluroso.






Aún así nos las prometíamos felices y dichosos de tomar la linea de salida. En el Village, entre miles de corredores me encontré con Cristina Mitre y Laura  con las que compartí los nervios de salida camino a cajones de salida. No me negaréis que son Geniales esos Ponchos!!!


Gran Major, con  muchísima animación, todo brutal desde el km 0 afrontando ese perfil ante el que si sales fuerte (que se suele hacer) lo puedes pagar. Eso del respeto al 42195 en Boston es dogma de fe si no quieres acabar cediendo un mundo en la segunda parte del recorrido.

En mi caso además tuve pelea con  mi estómago a poco de pasar el cartel de la  media maratón  , y al cansancio propio del paso de los kilómetros se unieron  las paradas para el dichoso vómito (creo que fueron 5 o 6 veces) . La verdad es que hubo que convivir con la sensación de ir quedándote sin nada poco a poco. Aquí tras superar subida mirando hacia no sé donde 


Mi única táctica fue fijarme metas cortas (venga ya estás en el 25..luego hasta el 30 pero ojo con la cuesta del 28…en 1 km ya estás en el 35…  venga hasta el 38,5 ya en Boston) y dejarte llevar en volandas por un público alucinante que te animaba a tope  ya fueses  corriendo  o caminando . Imagen muy gráfica la que captó el fotógrafo al entrar en Boston.


Organización de 11, en Centro de Convenciones, Voluntarios :9600, perfecto despliegue de  los autobuses que te conducen de Boston a la salida en Hopkinton , el Village de espera hacia corrales con servicios al corredor de todo tipo , , avituallamientos buenos ( aunque quizás falto algo solido a partir del km 25) y una llegada a meta a lo largo de recta en  Boylston Street inolvidable.

Animación de 12,   desde el primer metro es  algo excepcional. Imaginad recorrido en línea por carretera comarcal o nacional en medio de bosques pero con gente casi en todo el recorrido,  dándolo todo y animando de modo espectacular.  De veras que había tramos boscosos más solitarios en pendiente que no entendías de donde había salido el personal .


El paso por las poblaciones de piel de gallina, una pasada. Incluso habilitaban en las familias avituallamientos improvisados de fruta, agua, hielo…, chocamanos larguísimos, … esta gente vive y se vuelca su Maratón y no se llevan 121 Ediciones por casualidad.

De mi carrera personal poco que añadir. Hasta la media totalmente controlado y desde el km 22  a sufrir por lo ya antes descrito. Curioso meterle 18 minutos a la 2ª media sobre la 1ª y no sentirte ni frustrado ni derrotado. Pienso que tocó así  y la estamos contando con la medalla al cuello.

Muchas cosas pasaron por la cabeza en esos momentos de flaqueza :  la rabia de saberte preparado para haber ido más cómodo y rápido pero no poder controlar esa incontinencia , la preocupación por ver si llegaba no exenta de  cierta desesperación  también por no poder disfrutarla a tope y devolver el cariño que la gente te prestaba nombrándote, animándote ….

Sólo me permití un momento selfie sobre el 25 o 26 con la gente de Marathinez. Venía de una “parada técnica” y como les dije, “total no voy a ganar ya …..”” pedazo de mérito estar en ese punto dando aliento a los suyos.



Todas estas vivencias van construyendo cada  Maratón. Conozco poca gente que hable de la placidez en una carrera tan larga .  Además aquí la tentación o idea de la retirada ,al ser ruta en línea,  mejor dejarla como la  última  de las alternativas posibles (¿ cómo demonios llego a meta si me quedo tirado a 10 kms cuando no pasaba ni un coche ni había metro, ….?).  No queda otra más  que avanzar y correr cuando se pueda, hidratarse aunque cada vez te sientas  más vacío y llevar la situación asumiendo que el día salió  así  y punto .
Esta foto define la situación en esos momentos de manera diáfana


En el km40 , aprovechando repecho camino unos metros entre los ánimos del personal  a los que no paro de agradecerles con un tímido Thank You . Mando mensajes  por el móvil a familia y amigos que me seguían por la aplicación para tranquilizarles y confirmarles  que aunque fuese andando iba a llegar. Calvario los últimos 2 kms pero correr-trotar entre esas dos hileras de gentío te lo hacían más llevadero.

Salieron fuerzas de no sé dónde para disfrutar los últimos 500 metros  que alcanzas tras la enésima última subida a la salida de un túnel , sacar el móvil para grabarlo todo  y  alcanzar la recta a meta disfrutando de cada metro por la triple línea azul dispuesta para la ocasión.



Cruzarla con lo último que quedaba . Momento de explosión de sentimientos descontrolados , de bastantes  lagrimas y sobretodo sintiendo una mezcla de  agotamiento pero a la vez bienestar  por haber acabado.


Me encuentro en meta con Cristina Mitre a la que saludo en modo zombie total ,aún exhausto,  y comienzo a caminar modo walking dead hacia la zona de recovery, medalla, etc…

Normalmente me encanta hacerme selfie con el voluntario que me cuelga la medalla pero ni siquiera pensé en ello en esta ocasión. Sólo me paré a una foto con una risa más de cara a la galería que por ganas.



Como reflexión personal final creo sinceramente que no jugué con mi salud aunque llegase apurado. Era plenamente consciente de todo. El único problema es que las continuas paradas me iban dejando sin reservas . Ni el isotónico ni el agua me reponían del todo  y solo cada vez que pillaba un trozo de naranja  o algo sólido del público me recomponía para volver a correr… o a trotar.

Nada más, GRACIAS a mi familia que me aguanta todo esto incluyendo las laaaaargas semanas de preparación , a mis amigos y compis de fatigas  y a todos los que habéis estado ahí ante cualquier publicación en  las diversas redes sociales.  A tantos kms creedme que cualquier mensaje es pura vitamina y energía para conseguir el reto propuesto. Me siento totalmente afortunado por haber podido vivir esta nueva experiencia y poder compartirla.

Un último consejo (aunque no soy nadie para ello 😉😉)  a los que os animéis con este maratón:  Haced cuestas, las tiradas largas mejor  en perfiles  ondulados , meterle caña a la fuerza y la 1ª media mucha calma y control.

Espero que sea un hasta la próxima….¿Major?