miércoles, 1 de junio de 2016

CHALLENGE SALOU. MI PRIMER 70.3

Empiezo por el final .

Llego a meta tras 6 horas, 1 minuto y 26 segundos  de competición.  Me invade una sensación de vacío total , físico y emocional. Me siento casi  en estado fantasmagórico,  andando tras llegar a meta, recoger la camiseta de Finisher, saludar a mi Amiga Rosa Asensio (Great Job  en RRSS todo el finde) y poder departir  con uno de los Responsables de la Prueba que estaba allí.

Mi estado sólo lo puedo calificar  entre confuso y reventado  acudiendo a retirar bici, bolsas etc.. del Box.  Pasos lentos, asado  por el calor. Feliz sí, pero increíblemente ya reflexionando interiormente  sobre el cierto punto de locura que representan algunos retos a los que nos enfrentamos y ya pensando en el primer gran error de bulto cometido: ni un solo gel ni barrita en toda la media maratón que creo me habían dejado en la reserva más absoluta y de ahí parte de la explicación de mi estado físico y anímico.

El palizón ha sido de órdago, además el día no acompañó: Un mar muy difícil, un viento tremendo en bici y el sector run bajo un  caloret de órdago , …, supongo que todo junto tiene que ver .

En esos instantes no tengo ganas ni de hablar a la gente conocida con la que me cruzo y con los que departo  por educación  (disculpas desde aquí por si alguien pensó “qué borde el tío”). Insisto me siento VACÍO y  es una sensación que incluso en las maratones donde más canutas las he pasado, jamás sentí.

Quizás había dibujado en mi pensamiento las típicas expectativas de euforia por el reto conseguido , una entrada en meta más espectacular,  un mejor sector en lo mío que es el run, no sé, el caso es que la vuelta desde el Box al Hotel la realizo casi en silencio y eso que me acompaña mi angel de la guarda ese finde, mi hija mayor Ana.

¿Por qué os confieso esto ? Muy bien no lo sé, pero en este  mundo de Redes sociales, de  Retos, etc…, quizás nos llevamos por una euforia (curiosamente aparecen siempre los éxitos y poco los pinchazos- no me gusta nunca hablar de fracasos ) que nos hace creer que podemos hacer todo lo que nos propongamos casi con pagar la inscripción y luego enfrentarse a ello tiene su miga. Simplemente yo es lo que sentí y así lo reflejo.

En mi caso además  empecé en Febrero con un plan serio de Entrenos con  Adri (al que agradezco haberme llevado a poder disputar algo impensable para mí)   a prepararlo  siempre con el objetivo del Half de Vitoria . Durante el período transcurrido le manifesté mis dudas sobre llegar en condiciones o no a esta prueba y él siempre me convenció, con argumentos, que llegaba . Gracias crack.

El Challenge Salou apareció en mi caso fruto de  un calentón de wassap hace 2 meses y medio . Lo reconozco y lo expongo porque aunque haya conseguido finalizar, el desgaste y sufrimiento mental y físico quizás pase factura, espero que no. Me quedo más con la experiencia para no repetir errores que luego os explicaré durante la narración de la prueba que creo que hay que corregir.

Y tras estas confesiones-reflexiones de abuelo cebolleta, vamos a la Prueba:

Vivimos la jornada del sábado intensamente por la novedad de participar en un evento así. La rematamos con una gran cena con los compis NOTEPARESTEAM donde soltamos nervios, cargamos hidratos y comentamos la que nos esperaba al día siguiente mientras se lió a jarrear agua por el paso de algún frente borrascoso.


Tras pasar prácticamente la noche en vela, el despertador sonaba  a las 4:45 para arrancar la jornada con un desayuno  pre competición sin perder todo el protocolo y  las costumbres que suelo llevar en las pruebas largas.

Ya acudiendo al Box a dar la última revisión a la bici , viendo el viento que ya pegaba empecé a ser consciente que el soñado debut en Half no iba a ser sencillo. Observar el mar y empezar a tragar saliva al ver lo movido y agitado que estaba . Encima el paso más largo entre boyas lo íbamos a hacer contra toda la corriente .. pero ya estábamos ahí y no era cuestión de echarse a atrás tras tantas semanas de entreno.

Para los que no lo sepáis, el sector swim no se hizo para mí. Además de ser una tortuga en el agua, aprender a nadar tan tarde como fue mi caso y tener nula técnica hace que aunque salgan los entrenos en distancia, nunca sean con la calidad de entrenos en  bici o el run.

Gracias a los compis NOTEPARES TEAM  , con el Neo enfundados intentamos ayudarnos y sobrellevar la situación a pesar de llegar a la conclusión que  hoy en el agua íbamos a sufrir mucho. Amador, ya experto en estas pruebas me  comenta: “se acabó pensar en tiempos, hoy se trata de sobrevivir al agua, sufrir en la bici y luego lo que toque” . Gracias tío, se me quedó grabado y a fe que sucedió así.

En efecto Sobrevivo al agua no sin antes haber ingerido medio litro,  saliendo  con un globo importante por el oleaje  aunque gracias a la poca profundidad hago pie como a unos 20 metros de la orilla y me lo tomo con calma para reponerme.

T1 en Box y al lío con la bici. Todo es nuevo : buscar la bolsa, cambiarte tranquilamente , dejarlo todo al voluntario para que lo reponga en su lugar luego , casco, zapas y a dar pedales.
El sector bici lo empiezo animadísimo hasta enfilar el tramo de autovía con un vendaval  importante en contra que nos va acompañar hasta el km 50 más o menos .

Apretar dientes y sufrir en un recorrido que me sorprende porque de llano del todo no tiene nada. Hay que gestionar bien los desarrollos  en los constantes toboganes  que tenemos que sortear a lo largo del recorrido.

La vuelta hacia Salou una vez girado en Hospitalet de l´Infant  con un viento lateral trasero ayuda en algunos momentos pero también desequilibra en otros y de hecho algún susto me llevo  para mantener estabilidad por alguna racha inoportuna.

Durante el recorrido me aplico en comer barrita, gel sobre el km 65 y un par de sales cada 1:15. El estómago lo aguanta bien y hay que ir reponiendo aunque quizás hoy habría tomado otra barrita más cerca del run (primero de los errores cometido en la alimentación e hidratación).

En el km 70 me siento fenomenal, incluso me permito disfrutar de las vistas al  mar a la derecha  y lo único en lo que pienso es en no pinchar, es mi única preocupación. Además comienzo a visualizar el sector de run más cerca sintiéndome francamente a tope.

Pero la realidad te pone en tu sitio  porque sólo unos kms después  el abductor izquierdo me suelta un latigazo que me impide pedalear y de hecho casi me voy al suelo . Me desequilibro , sólo pedaleo con la pierna derecha y hago  alguna brusquedad porque la cadena se sale por primera vez. Estiro un poco, coloco cadena y maldigo ese dolor que jamás  en ninguna salida bike ni en mis años de run había tenido.

Subo piñones, parece que remite un poco pero no puedo ni muchos menos mantener ritmo,  aumento cadencia y a sobrevivir hasta que en el útimo giro de 180 grados  previo a entrar hacia Salou se vuelve a salir la cadena y casi me voy al suelo con el susto incluso para el voluntario que estaba controlando  en ese punto.

Son 10 km al Box y hay que llegar aunque empiezo a pensar que si ese dolor persiste lo más sensato sea dejarlo al bajarme de la bici. De hecho es un dolor que me está acompañando sentado ahora mismo escribiendo este relato y que arranca de inserción del  abductor izquierdo hacia la rodilla.

Con ese pensamiento entro en las Calles de Salou hacia el Box a hacer la transición. Mi hija Ana,  ante mis comentarios sobre la situación es la que me anima a probar a  correr y ver qué tal. Ella no pierde la calma en estas situaciones o al menos a mí me transmite una gran tranquilidad.

Dejo la bici y descalzo a buscar la bolsa de transición a run noto que corriendo molesta algo menos y no me impide en principio probar . Calzo las zapas , y le informo a Ana que voy a probar una vuelta .

El desgaste en ese momento es especialmente muscular pues reconozco que a nivel cardiovascular no me encontraba mal para nada.  El sector run lo empiezo en los primeros 4 kms con parciales sobre 4:48 que son una sorpresa para mí pero que iban a ser una trampa para el resto de la prueba porque se me olvidó algo tan importante como echar mano de los geles o similar que tenía en el bolsillo del maillot y me iba a ir apagando poco a poco.

Los dolores musculares ahora ya se sitúan en isquios como ha venido pasando en toda la preparación  y  se hacen pelo duros a partir del km 7-8 . Me ronda por la cabeza que de seguir así la cosa hay que dejarla, nuevamente Ana me dice que pruebe otra vuelta.

Obviamente el ritmo empieza a bajar, hay que parar para estirar cada 2 kms. Me paro a andar  cada vez que paso por avituallamiento para beber y refrescar (son las 12,30 de la mañana y el calor pegaba duro) y ese era el plan hasta o romper o llegar. Insisto mi error en ese momento fue no meter gel como tenía previsto  y sólo centrarme en el agua.  Tenía el estómago “raro” y no me quería arriesgar pero creo que pagué el tirar de las pocas reservas que supongo llevaba en el cuerpo.

En esos momentos ya decido que hay que buscar acabar y máxime teniendo cada 2,5 km a tu hija espoleándote y transmitiéndote además de compañía , algunos mensajes de apoyo de familia y amigos que comentan por wassap y que me hacen soltar una sonrisa,.. ahora me acuerdo también de  ese Aquarius que me salvó la 2º vuelta. En ese momento sólo le pido que informe a casa que voy a intentar acabar, que estén tranquilas.

El paso del Km 11 todavía es decente pero a partir de ahí hay que bajar ritmo si quiero llegar. Los calambres y dolores se hacen más intensos.  A la que intento correr más rápido que es lo que pide la cabeza el músculo cabrón se tensa y no hay otra que parar a estirarlo. Me estoy comiendo las reservas que tengo en el cuerpo y cada vez que bebo agua noto ciertas arcadas por lo que renuncio a meter gel ni barrita ni similar.

Por suerte al irme cruzando con compis NOTEPARES  , esos saludos y ánimos dan alas y  también ayudan  a seguir . Los ritmos de  muchos participantes se asemejan por momentos a correr en cámara lenta, es una sensación nueva acostumbrado a competir en las Medias maratones a otras velocidades.

Decido dejar de mirar el reloj cada vez que marca el Lap para no presionarme o deprimirme.  

Del Km 12 al 16 es puro ejercicio de supervivencia hasta confirmar a Ana que me anima con “1 vuelta, ya lo tienes” que voy a acabar aunque fuese andando.

Al final me acostumbro al ritmo cansino, km 18, esto casi está. Latigazo en isquio y aprovecho para colarme en un urinario de la playa que veis a mi espalda. . Últimos estiramientos, unos pasos y a seguir trotando, porque sí, realmente ahí ya no corría, ahí trotaba.

Ultimo giro , última pulsera en la muñeca que acredita las 4 vueltas y  enfilo  la entrada a Meta  super emocionado. Me encuentro a Ana esperándome antes de tocar alfombra roja. Me paro emocionado  a darle un beso y  abrazo y ella  aún me emociona más con su  “lo has conseguido papá, ya lo tienes” .
Se me  saltan las lágrimas y casi no puedo respirar durante esos 80 metros de alfombra  que quizás los había imaginado de otra forma, no sé , a veces es lo malo de las expectativas o falsos mitos. La realidad es lo que se vive y punto y esto que os he contado fue mi primera experiencia en una Half .

Soy FINISHER!!