Empiezo por el final .
Llego a meta tras 6 horas, 1
minuto y 26 segundos de competición. Me invade una sensación de vacío total ,
físico y emocional. Me siento casi en
estado fantasmagórico, andando tras
llegar a meta, recoger la camiseta de Finisher, saludar a mi Amiga Rosa Asensio
(Great Job en RRSS todo el finde) y poder departir
con uno de los Responsables de la Prueba que estaba allí.
Mi estado sólo lo puedo calificar
entre confuso y reventado acudiendo a retirar bici, bolsas etc.. del
Box. Pasos lentos, asado por el calor. Feliz sí, pero increíblemente ya
reflexionando interiormente sobre el
cierto punto de locura que representan algunos retos a los que nos enfrentamos
y ya pensando en el primer gran error de bulto cometido: ni un solo gel ni barrita en
toda la media maratón que creo me habían dejado en la reserva más absoluta y de ahí parte de la explicación de mi estado físico y anímico.
El palizón ha sido de órdago,
además el día no acompañó: Un mar muy difícil, un viento tremendo en bici y el sector run bajo un caloret de órdago , …,
supongo que todo junto tiene que ver .
En esos instantes no tengo ganas
ni de hablar a la gente conocida con la que me cruzo y con los que departo por educación (disculpas desde aquí por si alguien pensó “qué
borde el tío”). Insisto me siento VACÍO y es una sensación que incluso en las maratones
donde más canutas las he pasado, jamás sentí.
Quizás había dibujado en mi
pensamiento las típicas expectativas de euforia por el reto conseguido , una
entrada en meta más espectacular, un
mejor sector en lo mío que es el run, no sé, el caso es que la vuelta desde el
Box al Hotel la realizo casi en silencio y eso que me acompaña mi angel de la
guarda ese finde, mi hija mayor Ana.
¿Por qué os confieso esto ? Muy
bien no lo sé, pero en este mundo de
Redes sociales, de Retos, etc…, quizás
nos llevamos por una euforia (curiosamente aparecen siempre los éxitos y poco
los pinchazos- no me gusta nunca hablar de fracasos ) que nos hace creer que
podemos hacer todo lo que nos propongamos casi con pagar la inscripción y luego
enfrentarse a ello tiene su miga. Simplemente yo es lo que sentí y así lo
reflejo.
En mi caso además empecé en Febrero con un plan serio de
Entrenos con Adri (al que agradezco haberme llevado a poder disputar algo impensable para mí) a prepararlo siempre con el objetivo del Half de Vitoria .
Durante el período transcurrido le manifesté mis dudas sobre llegar en
condiciones o no a esta prueba y él siempre me convenció, con argumentos, que
llegaba . Gracias crack.
El Challenge Salou
apareció en mi caso fruto de un calentón de wassap hace 2 meses y medio . Lo reconozco y lo
expongo porque aunque haya conseguido finalizar, el desgaste y sufrimiento
mental y físico quizás pase factura, espero que no. Me quedo más con la
experiencia para no repetir errores que luego os explicaré durante la narración
de la prueba que creo que hay que corregir.
Y tras estas
confesiones-reflexiones de abuelo cebolleta, vamos a la Prueba:
Vivimos la jornada del sábado intensamente por la novedad de participar en un evento así. La rematamos con una gran cena con los compis NOTEPARESTEAM donde soltamos nervios, cargamos hidratos y comentamos la que nos esperaba al día siguiente mientras se lió a jarrear agua por el paso de algún frente borrascoso.
Tras pasar prácticamente la noche
en vela, el despertador sonaba a las
4:45 para arrancar la jornada con un desayuno pre competición sin perder todo el protocolo y las costumbres que suelo llevar en
las pruebas largas.
Ya acudiendo al Box a dar la
última revisión a la bici , viendo el viento que ya pegaba empecé a ser
consciente que el soñado debut en Half no iba a ser sencillo. Observar el mar y
empezar a tragar saliva al ver lo movido y agitado que estaba . Encima el paso
más largo entre boyas lo íbamos a hacer contra toda la corriente .. pero ya
estábamos ahí y no era cuestión de echarse a atrás tras tantas semanas de
entreno.
Para los que no lo sepáis, el
sector swim no se hizo para mí. Además de ser una tortuga en el agua, aprender
a nadar tan tarde como fue mi caso y tener nula técnica hace que aunque salgan
los entrenos en distancia, nunca sean con la calidad de entrenos en bici o el run.
Gracias a los compis NOTEPARES
TEAM , con el Neo enfundados intentamos ayudarnos
y sobrellevar la situación a pesar de llegar a la conclusión que hoy en el agua íbamos a sufrir mucho. Amador,
ya experto en estas pruebas me comenta: “se
acabó pensar en tiempos, hoy se trata de sobrevivir al agua, sufrir en la bici
y luego lo que toque” . Gracias tío, se me quedó grabado y a fe que sucedió
así.
En efecto Sobrevivo al agua no
sin antes haber ingerido medio litro, saliendo
con un globo importante por el oleaje aunque gracias a la poca profundidad hago pie
como a unos 20 metros de la orilla y me lo tomo con calma para reponerme.
T1 en Box y al lío con la bici.
Todo es nuevo : buscar la bolsa, cambiarte tranquilamente , dejarlo todo al
voluntario para que lo reponga en su lugar luego , casco, zapas y a dar
pedales.
El sector bici lo empiezo
animadísimo hasta enfilar el tramo de autovía con un vendaval importante en contra que nos va acompañar
hasta el km 50 más o menos .
Apretar dientes y sufrir en un
recorrido que me sorprende porque de llano del todo no tiene nada. Hay que
gestionar bien los desarrollos en los
constantes toboganes que tenemos que sortear
a lo largo del recorrido.
La vuelta hacia Salou una vez
girado en Hospitalet de l´Infant con un
viento lateral trasero ayuda en algunos momentos pero también desequilibra en
otros y de hecho algún susto me llevo para mantener estabilidad por alguna racha
inoportuna.
Durante el recorrido me aplico en
comer barrita, gel sobre el km 65 y un par de sales cada 1:15. El estómago lo
aguanta bien y hay que ir reponiendo aunque quizás hoy habría tomado otra
barrita más cerca del run (primero de
los errores cometido en la alimentación e hidratación).
En el km 70 me siento fenomenal,
incluso me permito disfrutar de las vistas al mar a la derecha y lo único en lo que pienso es en no pinchar,
es mi única preocupación. Además comienzo a visualizar el sector de run más
cerca sintiéndome francamente a tope.
Pero la realidad te pone en tu sitio porque sólo unos kms
después el abductor izquierdo me suelta
un latigazo que me impide pedalear y de hecho casi me voy al suelo . Me
desequilibro , sólo pedaleo con la pierna derecha y hago alguna brusquedad porque la cadena se sale por
primera vez. Estiro un poco, coloco cadena y maldigo ese dolor que jamás en ninguna salida bike ni en mis años de run
había tenido.
Subo piñones, parece que remite
un poco pero no puedo ni muchos menos mantener ritmo, aumento cadencia y a sobrevivir hasta que en
el útimo giro de 180 grados previo a
entrar hacia Salou se vuelve a salir la cadena y casi me voy al suelo con el
susto incluso para el voluntario que estaba controlando en ese punto.
Son 10 km al Box y hay que llegar
aunque empiezo a pensar que si ese dolor persiste lo más sensato sea dejarlo al
bajarme de la bici. De hecho es un dolor que me está acompañando sentado ahora
mismo escribiendo este relato y que arranca de inserción del abductor izquierdo hacia la rodilla.
Con ese pensamiento entro en las
Calles de Salou hacia el Box a hacer la transición. Mi hija Ana, ante mis comentarios sobre la situación es la
que me anima a probar a correr y ver qué
tal. Ella no pierde la calma en estas situaciones o al menos a mí me transmite
una gran tranquilidad.
Dejo la bici y descalzo a buscar
la bolsa de transición a run noto que corriendo molesta algo menos y no me
impide en principio probar . Calzo las zapas , y le informo a Ana que voy a
probar una vuelta .
El desgaste en ese momento es
especialmente muscular pues reconozco que a nivel cardiovascular no me
encontraba mal para nada. El sector run
lo empiezo en los primeros 4 kms con parciales sobre 4:48 que son una sorpresa para mí pero que iban
a ser una trampa para el resto de la prueba porque se me olvidó algo tan importante como echar mano de los geles o similar
que tenía en el bolsillo del maillot y me iba a ir apagando poco a poco.
Los dolores musculares ahora ya
se sitúan en isquios como ha venido pasando en toda la preparación y se
hacen pelo duros a partir del km 7-8 . Me ronda por la cabeza que de seguir así la cosa hay que dejarla, nuevamente Ana me dice que
pruebe otra vuelta.
Obviamente el ritmo empieza a
bajar, hay que parar para estirar cada 2 kms. Me paro a andar cada vez que paso por avituallamiento para
beber y refrescar (son las 12,30 de la mañana y el calor pegaba duro) y ese era
el plan hasta o romper o llegar. Insisto
mi error en ese momento fue no meter gel como tenía previsto y sólo centrarme en el agua. Tenía el estómago “raro” y no me quería
arriesgar pero creo que pagué el tirar de las pocas reservas que supongo
llevaba en el cuerpo.
En esos momentos ya decido que
hay que buscar acabar y máxime teniendo cada 2,5 km a tu hija espoleándote y transmitiéndote
además de compañía , algunos mensajes de apoyo de familia y amigos que comentan
por wassap y que me hacen soltar una sonrisa,.. ahora me acuerdo también de ese Aquarius que me salvó la 2º vuelta. En ese momento sólo le pido que informe a
casa que voy a intentar acabar, que estén tranquilas.
El paso del Km 11 todavía es
decente pero a partir de ahí hay que bajar ritmo si quiero llegar. Los calambres
y dolores se hacen más intensos. A la
que intento correr más rápido que es lo que pide la cabeza el músculo cabrón se
tensa y no hay otra que parar a estirarlo. Me estoy comiendo las reservas que
tengo en el cuerpo y cada vez que bebo agua noto ciertas arcadas por lo que
renuncio a meter gel ni barrita ni similar.
Por suerte al irme cruzando con
compis NOTEPARES , esos saludos y ánimos
dan alas y también ayudan a seguir . Los ritmos de muchos participantes se asemejan por momentos
a correr en cámara lenta, es una sensación nueva acostumbrado a competir en las
Medias maratones a otras velocidades.
Decido dejar de mirar el reloj
cada vez que marca el Lap para no presionarme o deprimirme.
Del Km 12 al 16 es puro ejercicio
de supervivencia hasta confirmar a Ana que me anima con “1 vuelta, ya lo
tienes” que voy a acabar aunque fuese
andando.
Al final me acostumbro al ritmo
cansino, km 18, esto casi está. Latigazo en isquio y aprovecho para colarme en
un urinario de la playa que veis a mi espalda. . Últimos estiramientos, unos
pasos y a seguir trotando, porque sí, realmente
ahí ya no corría, ahí trotaba.
Ultimo giro , última pulsera en la muñeca que
acredita las 4 vueltas y enfilo la entrada a Meta super emocionado. Me encuentro a Ana
esperándome antes de tocar alfombra roja. Me paro emocionado a darle un beso y abrazo y ella aún me emociona más con su “lo has
conseguido papá, ya lo tienes” .
Se me saltan las lágrimas y casi no puedo respirar
durante esos 80 metros de alfombra que quizás
los había imaginado de otra forma, no sé , a veces es lo malo de las
expectativas o falsos mitos. La realidad es lo que se vive y punto y esto que
os he contado fue mi primera experiencia en una Half .
Soy FINISHER!!









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